Exposición: "La suerte de tiro"
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- Exposición: "La suerte de tiro"
- 2020-01-16T00:00:00+01:00
- 2020-02-16T23:59:59+01:00
- Di Art Gallerynos trae la obra de Alejandro Ginés y Rubén Martín de Lucas con "La suerte de tiro". Inauguración el 16 de enero de 2020.
Di Art Gallerynos trae la obra de Alejandro Ginés y Rubén Martín de Lucas con "La suerte de tiro". Inauguración el 16 de enero de 2020.
SOBRE LA EXPOSICIÓN
La historia no se repite, pero rima.
Como la historia nos ha señalado en más de una ocasión, no existe ningún territorio que no sea susceptible de ser poseído o dominado por un solo propietario. Las fronteras aparecen más que desaparecen. Lineas que limitan la libre movilidad propia de todos los seres vivos, van surgiendo a lo largo de la historia para crear entornos con un dueño.
La ciudad Fenicia de Tiro, situada en la costa oriental del mediterráneo, era considerada inexpugnable, pero hace mas de 2350 años, Alejandro Magno consiguió desmentir esa afirmación. En un primer acuerdo, la parte de la ciudad situada en la costa, cedió a sus exigencias sin necesidad de una conquista violenta, pero la otra mitad, localizada en una isla a 800 metros de la costa, se enfrentó al ejercito Macedonio. Disponían de dos puertos para abastecerse y contaban con murallas de mas de 45 m que llegaban hasta el mar; el asedio duro aproximadamente 7 meses.
En otras ocasiones, los fenicios consiguieron defenderse ante cualquier amenaza invasora, pero frente al ingenio y la perseverancia en la empresa, lo que antes era impensable, pasó a ser cierto y Tiro se convirtió en una más de las conquistas de Alejandro Magno.
Límites, fronteras, países, naciones, repúblicas, espacios ocupados, y un sin fin de términos están en nuestro vocabulario para definir las muchas formas de territorio que generamos.
Pero… ¿Quién es su verdadero dueño? ¿Por qué tienen dueño? ¿Dónde está la línea real? Estas y otras cuestiones nos rondan el pensamiento cuando nuestra libertad de movimiento se ve coaccionada y no podemos adentrarnos dentro de un espacio por no ser dueños o pertenecernos.
Hay espacios en la tierra que son literalmente de todos los seres vivos, como el amazonas o el fondo marino, ya qué, cualquier acción que se realice en estos, afectará al resto del mundo y cualquier intervención desmedida puede causar una reacción nefasta para el resto del planeta. Aun así en nuestra sociedad, cualquier espacio que pueda ser susceptible de medirse, puede pasar a ser propiedad de alguien.
Rubén Martín de Lucas plantea en uno de sus trabajos anteriores A PLOT ON THE MOON, 2015, un ejercicio de reconocimiento y apropiación de un terreno que posiblemente su dueño nunca pueda habitar. En este extracto del texto para la exposición “Geometrías para una presencia efímera” en el CAB / Centro de Arte Caja Burgos, como bien explica Carlos Delgado Mayordomo, Comisario, Crítico/Periodista e Investigador/Docente, se puede entender el desarrollo del proyecto alrededor de que “La necesidad humana de poseer un territorio ha trascendido las fronteras terrestres. Martín de Lucas se hace eco de diversas historias que narran rocambolescos intentos de apropiación de otros planetas y satélites y desarrolla una serie, titulada Una parcela en la Luna, donde vuelve a replicar un acto de apropiación para poner de relieve su ineficacia. De este modo, tras adquirir parcelas en la Luna, Venus y Marte vendidas por la empresa de Hope, el artista genera una serie de piezas sobre papel a las que asigna el valor simbólico de 100 €, y con cuya compra el artista cede al comprador 100 m2 en la superficie del planeta elegido. La defensa cerril de un universo constituido bajo parámetros de orden fijos, estructurado según los parámetros de la lógica capitalista, es puesta en duda a través de un enunciado que subraya el delirante camino que puede llegar a unir el consumo, la pertenencia y el territorio.”
Como parte de esta investigación, en la exposición La Suerte de Tiro podemos ver algunos de los trabajos del proyecto Repúblicas Mínimas, donde el Martín de Lucas marca o señala espacios de 100m2 que habita durante un tiempo determinado, apropiándose de ellos y creando una historia propia en el territorio ocupado.
En paralelo, Alejandro Ginés presenta obras de la serie Islas, donde plantea fronteras físicas pero no delimitadas más allá de un contrato de compra o alquiler, retratando espacios sobre el mar que se destinan a una actividad recreativa. Ésta serie consiste en capturar las imágenes a través del programa Google Earth de todos los puertos de Europa siguiendo el orden lineal de costa de las ciudades portuarias.
Como bien capta Ginés, los espigones o amarres, sirven de agarres para los barcos pero a su vez de fronteras limítrofes que ordenan los espacios para cada propietario. Este concepto es de los más habitual pero si nos planteamos que la invasión en el mar afecta a todo tipo de especies e incluso a la propia geografía del fondo marino y en consecuencia a la terrestre, la afirmación de que ese espacio es solo responsabilidad de un solo propietario, consigue que el concepto se diluya.
Al igual que en el pensamiento constante de la humanidad, reflejado en textos de investigadores y filósofos así como los artistas Alejandro Ginés (Sevilla, 1985) y Rubén Martín de Lucas (Madrid, 1977), han llegado a conclusiones comunes, o al menos parecidas, respecto a la idea de territorio y frontera. La división del espacio y la motivación que empuja a dividirlos, son aspectos que dialogan en esta muestra donde las fronteras no lícitas contrastan con las físicas.