CAFÉ ZIMMERMANN - Conciertos de Brandeburgo
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- CAFÉ ZIMMERMANN - Conciertos de Brandeburgo
- 2021-03-20T12:00:00+01:00
- 2021-03-20T23:59:59+01:00
- En colaboración con el Centro Nacional de Difusión Musical.
En colaboración con el Centro Nacional de Difusión Musical.
Precios localidades: 20 € y 10 € - COMPRA DE ENTRADAS
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Ficha Artística
Pablo VALETTI, violin, concertino
Mauro LOPES FERREIRA, violin
Guadalupe DEL MORAL, violin
Lisa FERGUSON, violin
Catherine VAN DE GEEST-MONTAVON, violin
Peter BIELY, violin/viola
MARTINA BISCHOF, viola
Lucie UZZENI, viola
Petr SKALKA, violonchelo
Etienne MANGOT, violonchelo/viola da gamba
Marjolaine CAMBON, violonchelo /viola da gamba
JOSEPH CARVER, contrabajo
Céline FRISCH, clave
LAURENT LE CHENADEC, bajón
Gabriele CASSONE, trompeta
Emmanuel LAPORTE oboe 1
RODRIGO GUTIERREZ, oboe 2
Jon OLABERRIA, oboe 3
THOMAS MULLER, trompa
Michael FORM, flauta
Karel VALTER, traverso/flauta
Programa
Conciertos de Brandeburgo
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
I
Concierto de Brandeburgo nº4 en sol mayor BWV 1049
- Allegro
- Andante
- Presto
Concierto de Brandeburgo nº6 en si bemol mayor BWV 1051
- [Sin indicación de tiempo]
- Adagio ma non tanto
- Allegro
Concierto de Brandeburgo nº1 en fa mayor BWV 1046
- [Sin indicación de tiempo]
- Adagio
- Allegro
- Menuet – Trio I – Menuet da capo – Polacca – Menuet da capo – Trio II – Menuet da capo
II
Concierto de Brandeburgo nº5 en re mayor BWV 1050
- Allegro
- Affettuoso
- Allegro
Concierto de Brandeburgo nº3 en sol mayor BWV 1048
- [Sin indicación de tiempo]
- Adagio
- Allegro
Concierto de Brandeburgo nº2 en fa mayor BWV 1047
- [Sin indicación de tiempo]
- Andante
- Allegro
Notas
Cuando en 1717 llega a Cöthen, para ponerse al servicio del príncipe Leopold de Anhalt-Cöthen, Bach era consciente de que iba a tener mucho tiempo para dedicarse a la música instrumental, ya que, como la corte era calvinista, los servicios religiosos no incluían música. Es por eso que en los seis años pasados en Cöthen, Bach compondría buena parte de la música instrumental que se conoce de él (y seguramente muchas otras obras perdidas). Entre ellas se cuentan, por supuesto, los seis Concerts avec plusieurs instruments (así figuran en la página de dedicatoria), conocidos hoy como Conciertos de Brandeburgo, ya que el compositor los reunió en 1721 para presentárselos a Christian Luis, margrave de Brandeburgo-Schwedt, a quien había conocido dos años antes en Berlín, en un viaje realizado para la adquisición de un clave de dos teclados de Michael Mietke.
Las obras suponen una inmersión en los distintos modelos del concierto italiano, con predominio de los caracteres del concerto grosso, es decir aquel en el que el diálogo se establece entre un pequeño conjunto de instrumentos (el concertino) y otro mayor (tutti, ripieno o grosso). Los conciertos se caracterizan además por la extraordinaria variedad instrumental que exigen, lo que parece reflejar la orquesta de 17 músicos que Bach tenía a su disposición en la corte de Cöthen. Pese a esa variedad, hay elementos que pueden hacer pensar en una idea unitaria: los conciertos parecen divididos en dos mitades, apreciándose una reducción progresiva de los efectivos, con III y VI dedicados en exclusiva a contingentes de cuerda.
El Concierto I, escrito en fa mayor, es el más singular de todos, al ser el único escrito en cuatro movimientos, ser el más extenso (con el nº5) y poseer la más amplia instrumentación de la parte solista: dos trompas, tres oboes, fagot y violín piccolo. Es justo este último instrumento, afinado una tercera más alta con respecto al violín normal, quien lleva el mayor peso concertante de la obra. Es muy posible que Bach lo empleara por su sonido penetrante, que le permitía hacerse oír por encima del resto de la orquesta. Se trata de una obra muy colorística, en el que las trompas dan el toque cinegético tan característico de otras obras del período y el tiempo final parece un añadido al característico concierto tripartito mediante una sucesión de danzas con sus tríos, que afrancesa considerablemente la obra y, por otro lado, permite a los vientos lucir el máximo protagonismo.
El Concierto II, también en fa mayor, se afianza en los principios del concerto grosso, con un concertino insólito y de enorme heterogeneidad: trompeta, flauta dulce, oboe y violín. La parte de la trompeta, escrita sin duda para Johann Ludwig Schreiber, que era el trompetista de la corte de Cöthen, resulta de especial virtuosismo. Como el segundo movimiento está en el relativo re menor y las trompetas naturales sólo permiten tocar en una tonalidad, la trompeta calla en el Andante, una pieza destinada a los otros tres solistas con el solo acompañamiento del bajo continuo. El final es de carácter fugado.
El Concierto III, en sol mayor, es en apariencia un ejemplo de concerto ripieno, escrito sin solistas, para tres violines, tres violas, tres violonchelos y el bajo continuo, aunque en realidad Bach lo usa para explorar todas las posibilidades texturales que le permite esa fórmula, con partes de carácter puramente orquestal y otras con los instrumentos ejercen funciones de solistas en diferentes combinaciones. En el segundo movimiento Bach dejó escritos sólo dos compases de enlace, que posiblemente estaban pensados para la improvisación de algún instrumentista, presumiblemente, el primer violín. El tercer movimiento es una giga frenética, escrita en la característica forma binaria de las danzas barrocas.
El Concierto IV, en sol mayor, ha planteado tradicionalmente algunas incertidumbres interpretativas, ya que el concertino lo forman un violín y dos flautas d’Echo, instrumentos que no han podido ser identificados, aunque la elección dominante de los grupos es la de dos flautas dulces contralto. En cualquier caso, es el violín el que domina la obra con las flautas ejerciendo de meros acompañantes, salvo en el movimiento central, escrito en ritmo de zarabanda, en el que se igualan al violín. El tipo de escritura escogido por Bach para este movimiento puede justificar el nombre otorgado a las flautas, que tocan en eco. Aunque la obra parece más ligera en el tratamiento contrapuntístico, el final Presto vuelve a ser fugado.
El Concierto V, en re mayor, ha sobrevivido en muy diversas variantes. En las primeras versiones, el traverso, el violín y el clave solistas apuntan, por el equilibrio del tratamiento, al modelo de concerto grosso, pero en la última, el dominio del clave es tal (la cadencia del primer movimiento pasa de los 19 compases iniciales a 65) que justifica que a veces haya sido designado como el primer concierto para teclado de la historia. Se piensa que esta versión definitiva tiene que ver con la llegada a Cöthen del clave de Mietke adquirido en Berlín por Bach, quien habría decidido explotar al máximo sus posibilidades. El Affetuoso central está escrito a cuatro voces (dos en las manos del clavecinista). Para el final Bach vuelve a recurrir a un ritmo de giga y a la escritura fugada.
El Concierto VI, en si bemol mayor, parte de la misma base que el número tres, al estar escrito sólo para instrumentos de cuerda, pero resulta singular al prescindir de los violines y optar por dos violas, dos violas da gamba, violonchelo y contrabajo más el bajo continuo. Es posible que las gambas fueran incluidas pensando en el príncipe Leopold, que tocaba el instrumento, en cuyo caso seguramente no sería un ejecutante demasiado virtuoso, pues su papel es básicamente de acompañante, ya que el peso de la concertación lo llevan las violas da braccio e incluso en el movimiento lento las gambas son omitidas. Si el primer movimiento, que se abre con las dos violas tocando en canon, muestra la maestría de Bach en el tratamiento contrapuntístico, en el final el compositor vuelve a recurrir a un ritmo de giga, aunque esta vez la pieza no es fugada.
Textos
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Biografía
Café Zimmermann
Fundado en 1999, Café Zimmermann es uno de los principales conjuntos barrocos de Francia y del resto de Europa. Dirigido por el violinista Pablo Valetti y la clavecinista Céline Frisch, el conjunto reúne a solistas ansiosos por revivir la atmósfera artística transmitida por el establecimiento de Gottfried Zimmermann en el siglo XVIII en Leipzig.
Café Zimmermann ha colaborado con artistas como Emöke Barath, Rupert Charlesworth, Maarten Engeltjes, Damien Guillon, Kristina Hammarström, Christian Immler, Roberta Invernizzi, Sophie Karthäuser, Gustav Leonhardt, Lenneke Ruiten, Carolyn Sampson, Dominique Visse, así como los coros Aedes, Les Elements y Accentus.
El ensemble es residente en el Grand Theatre de Provence desde 2011, Café Zimmermann se presenta en algunos de los recintos de conciertos y festivales internacionales más reconocidos mientras se esfuerza por promover la música del siglo XVIII a un público más amplio a través de campañas de concienciación creativa. Se presenta regularmente en giras internacionales, en los Estados Unidos, Japón, China, América del Sur y México.
Además de sus conciertos y giras, Café Zimmermann tiene un gran compromiso en dar a conocer la música barroca con diversas acciones y campañas, por lo que ofrece regularmente conciertos en hospitales, colegios y espacios singulares.
Las grabaciones de álbumes de Café Zimmermann han sido ampliamente aclamadas por el público y la prensa, especialmente por sus interpretaciones enérgicas y contrastantes de la música concertante de J.S.Bach, por la que recibió el Diapason d'Or en 2011. Dos nuevos CD’s se han publicado en los últimos años: uno dedicado a las obras de C.P.E. Bach, grabado con el tenor Rupert Charlesworth, publicado en 2016 y uno dedicado al “lamento” con el contratenor Damien Guillon que saldrá a la luz durante 2020, ambos con el sello Alpha Classics.
El conjunto Café Zimmermann, mantiene una residencia artística en el Grand Théâtre de Provence desde 2011, cuenta con el apoyo del Ministerio francés de la Cultura - Dirección Regional de Asuntos Culturales de Provenza-Alpes-Costa Azul, el Métropole Aix-Marseille Provence - Pays d'Aix y la Región Provence-Alpes-Côte-d'Azur.
Pablo Valetti
Formado en la Schola Cantorum de Basilea, regularmente ha tocado como solista o primer violín en los ensembles y orquestas barrocas más reconocidas internacionalmente – Les Arts Florissants, Le Concert des Nations, Concerto Kölhn, Hesperion XX, etc. -
Su álbum dedicado a las Sonatas para violín y clave, grabado con Céline Frisch, fue premiado con el “Choc” de Monde de la Musique y el “Coup de Coeur “ de ResMusica.
Además de sus actividades como solista, es invitado regularmente a dirigir la Orquesta Barroca de Sevilla. Asimismo es profesor en la Escola Superior de Musica de Cataluña en Barcelona y el conservatorio de Niza.
Desde la creación de Café Zimmermann en 1999, se ha dedicado en exclusiva al proyecto artístico de desarrollo del ensemble
Toca un Giovanni Battista Guadagnini de 1758
Céline Frisch
Nacida en Marsella, estudia clave en el Conservatoire d’Aix-en-Provence, que le abre las puertas de la prestigiosa Schola Cantorum de Basilea. Fue laureada “Juventus” en 1996; la primera clavecinista seleccionada para los premios “Victoire de la Musique classique” en 2002; y en 2009 fue nombrada Chevalier de l'Ordre des Arts et Lettres.
Sus interpretaciones de la música de J. S. Bach le han valido los más calurosos comentarios de la prensa musical internacional. Además de Bach, sus afinidades le han llevado a interpretar la música francesa de la época de Luis XIV, las obras de los virginalistas ingleses y la música alemana del siglo XVII. Explora con el mismo entusiasmo la música del siglo XX y la de creación contemporánea.
Sus gabaciones le han valido las más altas consideraciones como el “Diapasón de Oro”, el “Choc” de Classica, o el “Grand Prix” de la Academia Charles Cross. En la temporada 2015-16 recibió el Diapason d’Or py el Choc de Classsica y el ffff Télérama por su grabación del Clave Bien Temperado –libro 1
Imágenes
Café Zimmermann © Jean-Baptiste Millot
CÉLINE FRISCH © Jean-Baptiste Millot