La Plaza del Duque de la Victoria. De plaza señorial a centro comercial
La cuarta entrega de la serie sobre las plazas históricas de Sevilla está dedicada a la plaza del Duque de la Victoria. Un espacio urbano, centro neurálgico de la ciudad, sobre el que pesa todavía la carga de la destrucción del patrimonio arquitectónico. Los 33 documentos gráficos pertenecientes a los fondos del Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones (fotografías de la Fototeca Municipal y un plano conservado en el Archivo Municipal) recorren más de un siglo en el que observamos la evolución de espacios monumentales con casas palacio señoriales a espacios con centros comerciales.
Conocida desde el siglo XVI como plaza del Duque de Medina-Sidonia, desde 1841 hasta 1936 fue rotulada como plaza del Duque de la Victoria, en homenaje de Baldomero Espartero. Se denominó brevemente plaza de Queipo de Llano, pero los ciudadanos no usaron ese nombre. Siempre fue la plaza del Duque.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XVI se derribaron una serie de casas que los duques habían ido comprando en ese tiempo, tanto para ampliar sus "casas principales" como para ampliar la plaza que ya existía, como muestra el plano de 1503 del Archivo Municipal de Sevilla. En 1828 el arquitecto mayor Melchor Cano, a instancia del asistente Arjona, la reformó para convertirla en un gran paseo de salón ajardinado, a la moda del espacio público de entonces. En 1924, con la creación de arriates, la pavimentación con mármol y la plantación de fresnos y palmeras, entre otros árboles, se le da la forma que presenta en la actualidad: planta rectangular con espacio central presidido por la estatua de Velázquez, obra del escultor Susillo colocada en 1892.
Ya en el siglo XX las fotografías muestran la transformación de la plaza, con edificios de gran prestancia y locales recreativos que fueron sustituidos paulatinamente por edificios comerciales. En el lado oeste se encontraba el edificio más emblemático, el antiguo palacio de los duques de Medina Sidonia. Muy deteriorado a mediados del siglo XIX, fue adquirido por el marqués de Palomares y reformado para que fuera su propio palacio. En 1879 fue vendido a un comerciante que fundó los Almacenes del Duque. En el solar colindante Miguel Sánchez-Dalp y Calonge construyó su palacio neomudéjar a comienzos del siglo XX. A su lado se encontraba el colegio Alfonso X el Sabio. Estos tres edificios fueron adquiridos por El Corte Inglés en 1966 y derribados para levantar los grandes almacenes en 1968.
En el lado norte, sobre el solar de la iglesia de San Miguel, se construyó en 1866 el teatro del Duque. Demolido en 1938, en esa parcela se edificaron inmuebles que albergaron posteriormente la Casa Sindical (1958) y una tienda de electrodomésticos sobre la que se alzó el Hotel América en 1975.
Al este se edificó el palacio de los Cavaleri, en cuya planta baja se instalaron comercios, y que fue derribado en 1963. De él solo se conserva la portada principal, integrada en los almacenes Lubre, inaugurados en 1970. En la esquina de la calle Tarifa, Casa Kodak y después Casa Pinto, dedicados a la venta de artículos fotográficos y electrodomésticos.
En el lado sur otorgaban carácter el tablao El Patio Andaluz y el hotel Venecia, en cuyo solar se edificaron los almacenes Simago (1969). Así fue como en las décadas centrales del siglo XX la plaza señorial se transformó en plaza de usos comerciales y de ocio.